En todas las organizaciones nos enfrentamos a retos que van más allá de los problemas técnicos habituales. Aunque la mayoría de las organizaciones están acostumbradas a «dirigir» sus operaciones, los desafíos actuales requieren un cambio de enfoque hacia el liderazgo. Dirigir vs liderar ¿por qué? Porque dirigir y liderar no son lo mismo, y saber cuándo asumir cada uno de estos roles es esencial para garantizar la supervivencia y el crecimiento de cualquier iniciativa.
¿Cuál es la diferencia entre dirigir y liderar?
En términos simples, dirigir implica gestionar situaciones técnicas y conocidas, mientras que liderar significa ser capaces de generar avances ante problemas adaptativos y complejos que no tienen una solución inmediata o clara.
- Dirigir es una función orientada a resolver problemas técnicos. Implica tomar decisiones basadas en datos y procedimientos conocidos, aplicar protocolos y funcionar desde nuestra expertise. Es lo que hacemos cuando ajustamos procesos o mejoramos un producto existente.
- Liderar, por otro lado, es una función que se activa cuando enfrentamos desafíos adaptativos, aquellos problemas que requieren cambios profundos en las personas, en la mentalidad y en la forma de operar de una organización. Liderar, en otros términos, es hacer trabajo adaptativo.
Problemas técnicos y problemas adaptativos
Para entender mejor esta diferencia, imaginemos dos escenarios:
PROBLEMA TÉCNICO | Diseñar un software con un algoritmo que permita anticiparse a nuestras necesidades de financiación de los próximos meses para negociar con el banco. Por muy complejo que sea, un experto lo puede hacer.
PROBLEMA ADAPTATIVO | Las preferencias de los clientes han cambiado y tu producto ya no es relevante. No hay un manual para resolver este problema. Requiere comprender lo que sucede, identificar lo que no estabas viendo, reinventar tu oferta, redefinir tu mercado y transformar tu modelo de negocio.
Mientras el primer problema requiere dirección técnica y lo pueden resolver los expertos, el segundo necesita liderazgo adaptativo, movimiento de todos, y no sólo soluciones expertas.
La clave en tiempos de complejidad: Articular dirección y liderazgo
Las organizaciones necesitan aprender a combinar ambas funciones: la dirección para resolver los problemas técnicos y el liderazgo para abordar los problemas adaptativos. No se trata de elegir uno u otro, sino de articular ambos roles de manera efectiva.
¿Por qué es importante esto?
Una historia que seguro que te suena
Normalmente no identificamos que estamos ante un problema adaptativo. Le aplicamos toda nuestra batería de soluciones técnicas, y el problema persiste o se agrava. Insistimos más en las soluciones técnicas. Y todo se agrava en un círculo vicioso.
Imaginemos que una organización ha detectado un problema recurrente de alta rotación en sus equipos, lo que genera pérdida de talento, reducción de productividad y costes elevados de reclutamiento y formación.
La dirección decide aumentar los salarios y beneficios económicos como solución para retener a las personas, considerando que el problema es exclusivamente técnico y financiero. A pesar de los aumentos salariales, la rotación continúa siendo alta. Las personas siguen marchándose y el problema empeora. La dirección, confundida, sigue aplicando medidas técnicas como modificar los horarios o implementar bonos de retención, pero la situación no mejora.
Sólo podemos avanzar si nos damos cuenta de que éste es un problema adaptativo, no técnico. Tal vez la rotación no se deba únicamente a los salarios, sino a factores más profundos relacionados con la cultura organizacional, el sentido de pertenencia, el liderazgo interno y las oportunidades de desarrollo profesional. Escuchando a las personas descubrimos que gran parte del equipo no se siente valorado ni escuchado, y esto genera desmotivación.
Las soluciones técnicas no abordan la raíz del problema, que requiere un cambio cultural y de liderazgo. En lugar de enfocarse en “arreglar” el problema con bonos y beneficios, la organización necesita liderar un proceso de cambio interno, generando un entorno donde los empleados se sientan reconocidos, escuchados y empoderados.
Lo que haría falta en este caso sería escuchar a los empleados y entender sus necesidades reales, crear espacios de diálogo y participación, ofrecer oportunidades de desarrollo personal y profesional, transformar la cultura organizacional y formular un propósito compartido.
Algunos consejos para empezar a mirar de forma adaptativa:
- Reconoce el tipo de problema que enfrentas.
Antes de actuar, pregúntate: ¿Este problema tiene una solución clara y conocida (técnico) o requiere cambios profundos en la forma de pensar y actuar de mi equipo (adaptativo)? Identificar el tipo de problema es el primer paso para aplicar la función correcta.
- No tengas miedo de admitir que no tienes todas las respuestas.
El liderazgo adaptativo implica vulnerabilidad y apertura. No es necesario saberlo todo, pero sí es clave crear un entorno donde las personas se sientan seguras para proponer soluciones y aprender juntos.
- Moviliza a tu equipo hacia el cambio.
En problemas adaptativos, la solución rara vez viene de una sola persona. Involucra a tu equipo, fomenta la co-creación de soluciones y gestiona la resistencia al cambio con empatía.
- Crea espacios de aprendizaje continuo.
La clave para abordar los problemas adaptativos es estar en constante aprendizaje. Organiza reuniones de reflexión, analiza lo que funciona y lo que no, y ajusta tus estrategias según las necesidades del entorno.
- Desarrolla estómago para la tensión.
El trabajo adaptativo requiere sostener la tensión a lo largo del tiempo hasta que se logre avanzar en el desafío.
Los tiempos de complejidad exigen mucho más que dirección técnica. Requieren liderazgo adaptativo, capacidad para movilizar a las personas hacia soluciones innovadoras y habilidad para gestionar la incertidumbre. Las personas que sepan articular dirección y liderazgo estarán mejor preparadas para enfrentar los desafíos del futuro y construir organizaciones resilientes y sostenibles.
Recuerda: Dirigir es resolver lo que conocemos. Liderar es transformar lo que no conocemos. Saber cuándo y cómo hacerlo marcará la diferencia en tu camino organizacional.
IMAGEN | Nick Fewings para Unsplash