En la búsqueda del bien común, de ese bien trascendente que va más allá de lo individual y de largo plazo donde ya no solo impera el momento presente, sino construir para toda una vida ¿cómo vamos a seguir aportando valor? Pues ahí es donde hay que innovar. Isabel nos habla de estrategia y herramientas para dotar de sentido a todo lo que hace la marca, en el sentido actual y a futuro.
La actitud estratégica también es entender que el futuro no sólo es algo que suceda de forma independiente a nosotros mismos o a las compañías, sino que está por escribir y lo escribimos todos.
Resumen de la Entrevista a Isabel de Salas
- Las marcas necesitan innovar en su propósito y en su impacto a largo plazo, en lugar de centrarse únicamente en la innovación de productos o servicios. Esto requiere pensar en cómo la marca quiere moldear la sociedad y el impacto que desea tener.
- La prospectiva estratégica es esencial para que las marcas piensen en el futuro y adopten una actitud que considere los impactos a largo plazo. Al considerar múltiples futuros posibles, las marcas pueden tomar decisiones que se alineen con su visión a largo plazo.
- Superar el pensamiento a corto plazo y abrazar la incertidumbre es crucial para construir una actitud orientada al futuro. Las marcas deben enfocarse en crear una visión para el futuro y considerar las consecuencias de sus acciones en la formación de ese futuro.
- Una economía humanista debería priorizar el bienestar de todos los individuos y considerar el bien común. Debería aspirar a trascender los intereses individuales y las ganancias a corto plazo, centrándose en el impacto a largo plazo y la sostenibilidad.
- Las marcas deberían esforzarse por crear un impacto positivo y duradero en la sociedad y el medio ambiente. Al alinear sus acciones con un propósito que vaya más allá del beneficio, las marcas pueden contribuir a un futuro más sostenible y equitativo.
- El concepto de una economía humanista requiere un cambio de actitudes, alejándose del individualismo y las ganancias a corto plazo. Implica reconocer la interconexión de todos los individuos y la necesidad de priorizar el bienestar colectivo.
- Los individuos tienen el poder de moldear el futuro a través de sus acciones. Al adoptar una mentalidad humanista y considerar el impacto a largo plazo de sus decisiones, los individuos pueden contribuir a una sociedad más equitativa y sostenible.