Al hablar con Dulcinea Meijide, directora de Desarrollo Sostenible y de Equidad en Suez, actualmente fusionada con Veolia España, es darle liquidez al concepto de transición ecológica.
Estamos familiarizados con la importancia de medir la huella de carbono, la economía circular, la equidad, el compromiso, el propósito, ¿pero qué sabemos de la huella hídrica?
La huella hídrica de un producto es la cantidad de agua que se consume y contamina en todas las etapas de procesamiento de su producción que nos dice cuánta presión ha ejercido ese producto sobre los recursos de agua.
Al medir el volumen y la fuente de agua consumida en la producción de un producto y el volumen de agua necesario para asimilar los contaminantes a fin de cumplir con los estándares de calidad del agua, podemos obtener una imagen de cómo un producto específico contribuye a las crecientes preocupaciones sobre la escasez y la degradación de la calidad del agua.
Por comparativa, la huella de carbono nos está ayudando a concienciarnos sobre la necesidad de reducir ese indicador, de medirlo, de reducirlo para que al final el impacto de nuestra actividad sea el menor posible. El objetivo de la huella hídrica es similar. Y el propósito de las personas como Dulcinea Meijide, que trabajan en los estándares ambientales y la biodiversidad alrededor de este de este recurso, es que lleguemos a un ranking de conocimiento a la par.
La huella hídrica se puede calcular para una persona individual, un proceso, toda la cadena de valor de un producto o para una empresa, una cuenca fluvial o una nación. Brindan información poderosa para que las empresas comprendan su riesgo comercial relacionado con el agua, para que los gobiernos comprendan el papel del agua en su economía y la dependencia del agua, y para que los consumidores sepan cuánta agua está oculta en los productos que utilizan.
Y lo que es más importante, ayudan a impulsar la acción estratégica hacia el uso sostenible, eficiente y equitativo del agua.
Cada producto tiene una huella hídrica. El tamaño de la huella hídrica nos permite saber cuánto de nuestros limitados recursos hídricos pueden usarse de manera más eficiente.
Y Dulcinea nos explica: “la huella hídrica no solo mide el agua. Si por ejemplo, yo pienso en la huella hídrica mía de hoy, lo más obvio es el consumo directo de agua que he hecho: Pues me he duchado, entonces ¿cuánta agua ha podido consumir? He bebido un vaso de agua ¿Cuánta agua he podido consumir? Ese es el consumo directo y ese es el más obvio. Pero también me hecho un café y para hacer ese café se ha utilizado agua, ya no sólo el agua de la cafetera, sino el agua para hacer el café, en la plantación del café. Cada cosa que nosotros podemos pensar lleva detrás uso del agua”.
No solo hablamos del consumo directo, sino también el consumo indirecto para un producto, para un servicio, para un país, para una persona.
¿Cuál es el objetivo de medir la huella hídrica?
Primero tener un indicador, medirlo y poder hacer una evolución y un seguimiento del uso que estamos realizando del agua. Eso permite marcar planes de acción con el objetivo de reducir el estrés hídrico.
La huella hídrica de un producto final, por ejemplo un par de jeans, es la suma de la huella hídrica de cada paso o proceso requerido para producir ese producto. Ese par de jeans requerirá el cultivo de algodón, el desmotado y el hilado de las fibras, el tejido, la costura y el procesamiento en húmedo de la tela para finalmente tener el producto terminado. Cada paso tiene una huella hídrica directa y una huella hídrica indirecta. La huella hídrica directa de un proceso se convierte en la huella hídrica indirecta del siguiente proceso.
¿Cómo hacer que la huella hídrica del producto sea sostenible? “Revisemos el contexto local y podremos decírtelo”
Al medir la huella hídrica de un producto en volúmenes de agua por unidad de producción, es posible evaluar qué tan eficientemente se ha producido el producto. O bien, otra forma de decir esto es que la huella hídrica del producto nos dice cuán productivamente se está utilizando este recurso, es decir, cuántas unidades de producción han resultado de cada litro de agua utilizado.
Nosotros, dice Dulcinea, al final trabajamos con agua. Trabajamos habitualmente en los entornos urbanos, también en entornos rurales con agricultura y alrededor de este recurso. Y España abandera esas listas de países con mayor estrés hídrico y esos impactos perduran.
A nivel global, hasta tres mil millones de personas ya viven en áreas con escasez de agua y las cuencas de los ríos en todo el mundo tienen una calidad del agua en declive; si vamos a alimentar, vestir y albergar a todas las personas del planeta, debemos ser más eficientes con nuestros recursos hídricos.
La huella hídrica del producto puede ayudarnos a identificar dónde hay oportunidades a la hora de mejorar la eficiencia de los recursos.
Los puntos de referencia de la huella hídrica se pueden establecer observando el uso de las mejores tecnologías disponibles o seleccionando los mejores logros obtenidos en un sector en particular. Estos puntos de referencia se pueden utilizar para establecer objetivos de reducción en un proceso individual, para un producto, un sector o una empresa.
Además, los puntos de referencia de la huella hídrica pueden proporcionar información útil a gobiernos y empresas para alcanzar los objetivos de desarrollo sostenible.
Al enfocar las inversiones, ya sea en capacitación, infraestructura o mejores prácticas de gestión, logramos aliviar la presión que ejercemos sobre los recursos de agua, haciendo que el agua que usamos sea más productiva.
Le preguntamos a Dulcinea Meijide ¿cuáles son las innovaciones que se están llevando a cabo en el sector?
“Pues para nosotros son todos esos avances tecnológicos y los avances en innovación que permiten utilizar el recurso más de una vez, eso que a veces pensamos de economía circular, de poder cerrar ciclos, de poder utilizar las cosas y volver a reutilizar y volver a reutilizar, pues ese concepto también es aplicable en el mundo del agua” nos responde.
- Muchas personas aún desconocen que a partir del agua se puede extraer energía a través de biofactorías.
- Que se puede recuperar otro tipo de residuos y volver a valorizar los para que vuelvan a ser reutilizados.
- A través del agua residual y de las analíticas que se realizan para controlar los parámetros, se controla también los virus.
- Potabilizando y sanenado el agua ya estás contribuyendo a la salud y no solo a la salud de las personas, sino también a la salud de los ecosistemas.
Cuanto mejor esté el planeta, mejor estaremos nosotros que habitamos el planeta. Y hay otras especies que son necesarias en el equilibrio en el ser humano y que necesitan también de esos recursos y que deben estar en nuestra misión.
Así que si hablamos desde la perspectiva de economía humanista, la innovación tiene también mucho que ver con la contribución. Cómo desde la economía contribuimos positivamente a esa calidad de vida de las personas, cómo contribuimos positivamente a ese medio ambiente y cómo internalizamos que tienen que ver con la contribución a personas que puedan estar en situación de vulnerabilidad e impulsa a contribuir a espacios degradados por el bien común.
Por ello, tenemos la necesidad de darle un uso responsable al consumo de agua que estamos realizando. Con lo cual este tipo de indicadores y en este caso la huella hídrica nos ayuda a hacer esa evolución, ese seguimiento y sobre todo ese plan de acción que nos permita reducir el consumo. Y esa es la labor de Dulcinea Meijide, seguir trabajando y seguir extendiendo que se conozca , ayudándonos a concienciarnos sobre el consumo responsable del agua y diseñando planes de acción que nos ayuden a disminuirlo.
Si quieres ampliar la información y conocer el REwater Global Plan o la rueda multifacética y sus 18 indicadores que trabajan en Veolia te invitamos a ver la entrevista completa a Dulcinea Mejide.
Y como siempre, te invitamos a seguir la conversación a través de Twitter, Instagram, Facebook o participando a través de Linkedin, junto a ponentes de esta y otras ediciones en el #Challenge de dar forma y sentido a nuestro reto personal de definir qué es la Economía Humanista.